La cámara alta aprobó por amplía mayoría y remitió a Diputados el proyecto de gestión de residuos eléctricos y electrónicos, que obliga a los fabricantes de bienes tecnológicos a contribuir al reciclado de desechos de última tecnología.
El Senado aprobó hoy por amplia mayoría y remitió a Diputados el proyecto de gestión de residuos eléctricos y electrónicos, que obliga a los fabricantes de bienes tecnológicos a contribuir al reciclado de desechos de última tecnología.
La iniciativa recibió el apoyo de 54 legisladores, oficialistas y opositores y el rechazo de sólo uno, quien la cuestionó porque afectaría las jurisdicciones provinciales.
El proyecto establece que la llamada «responsabilidad extendida del productor» obliga a las empresas a hacerse responsable de los aparatos electrónicos desde la fabricación hasta su reciclado.
El proyecto fue defendido por el presidente de la comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Eduardo Torres, por el autor de la iniciativa parlamentaria, el oficialista porteño, Daniel Filmus y el radical santacruceño Alfredo Martínez, que había presentado una iniciativa similar.
En cambio el radical de Chubut Mario Cimadevilla criticó «el avasallamiento de las jurisdicciones provinciales» que produciría la actual redacción del proyecto y pidió «ser mejorado» para evitar los inconvenientes que estaría creando.
La posición del patagónico generó un largo debate en el recinto acerca de la conveniencia de proseguir con el debate o aprobarlos en general, y postergar la discusión del articulado en particular. Sin embargo la mayor parte de los legisladores consideraron que la situación quedaba saldada por la vigencia de artículos que evitarían los presuntos atropellos.
Filmus expresó que el sector produce 120 toneladas anuales de residuos, una cifra en que se incluye sólo los televisores, y telefonía móvil, que alcanza a un nivel anual de 10 millones de aparatos, equivalente al 30 por ciento del parque en uso y destacó que la propuesta es similar a la utilizada por la Comunidad Económica Europea.
El parque de computadoras en Argentina creció más del doble en los últimos años y de un piso de 4.900.000 unidades en 2006 escaló a 11.600.000 en 2010; y se proyecta la incorporación de más de 5 millones de unidades en los próximos 2 años.
La organización Greenpeace advirtió en un comunicado que «las computadoras, impresoras o teclados, como el resto de los aparatos electrónicos, contienen metales pesados y sustancias químicas tóxicas peligrosas para la salud y el ambiente; uno de los elementos con mayor potencial de contaminación son las baterías recargables de las computadoras portátiles».
Agregó que el descarte de una enorme fracción de este tipo de artefactos generará en los próximos años enormes problemas ambientales y sobre la salud de establecerse un sistema de gestión adecuado y que en la actualidad este tipo de residuos terminan en basurales o rellenos sanitarios junto a los residuos domiciliarios comunes.
La llamada «Ley de Basura Electrónica» fue presentada por primera vez en el Congreso por el senador oficialista porteño Daniel Filmus en 2008 y perdió estado parlamentario den 2010, cuando debió volver a la comisión de Ambiente para un nuevo análisis.
04.05.2011 | 18.45
Fuente El Argentino.com
http://www.elargentino.com/nota-137480-Senado-aprobo-el-reciclado-de-residuos-electronicos.html